sábado, 26 de noviembre de 2011

GENERACION 97

El pasado 5 de Febrero de 2011 el Infantil de Honor del Lengokoak vencía en Zubieta por 3 goles a 4 a la Real Sociedad , consiguiendo así uno de los mayores logros en la Historia de este club. Hasta esa fecha nadie en estas categorías, había ganado marcando cuatro goles al club txuriurdiñ en su propio campo.
La noticia corrió con rapidez a través de las tecnologías modernas mientras un vestuario unido como nunca festejaba a su manera tan importante victoria. Retos y demás apuestas quedaban altamente superados , incluso el más difícil todavía.                                                                                        Y es que tras un éxito así y dado que el halago debilita ,los dos partidos posteriores también se ganaron y con la portería a cero.
Ahora mismo nada frena a este grupo de jugadores y entrenadores que sin ningún género de dudas, quedan a solamente unos metros de alcanzar, siempre a mi juicio, el honor de formar parte de la generación de oro del Lengokoak. Una treintena de años de experiencia en este club me permiten el lujo de decirlo con la boca llena de entusiasmo por este grupo de jugadores.
Y el orgullo es todavía mayor desde el momento que esta generación nace en nuestra Escuela de Fútbol. Recuerdo todavía a los Lander y Paul llegando al entrenamiento tan parecidos de cara que cuando saludaba al uno resultaba ser el otro y al revés. Como el día que llegó Andy y alguien dijo que sería un gran defensa. Grupo formado en sus inicios por Iñigo Pazos quien fiel a la filosofía de la Escuela  impregnó la disciplina y educación deseables en un terreno de juego. Grupo que luego recibiera con Kike  el nivel competitivo necesario para gestas de este tipo. Y grupo que ya en fútbol grande recibiera con Coti y ahora con Gurru y Guiller el nivel táctico preciso para convertir el trabajo en victorias.
Para la Escuela del Lengokoak no hay más satisfacción que ver el rendimiento de sus generaciones en una categoría tan exigente como la Infantil Honor, ver cómo este grupo todavía ha aportado dos jugadores, Ekhi Bravo y Ander El Haddadi a la propia Real Sociedad pese a lo cual se le gana 3-4, pero sobre todo, ver la unión e identificación con el club, así como la educación recibida en sus familias.
Si me permiten, les diré que después de tantos en el club tuve una experiencia similar con la generación del 93. Para mí aquel grupo será algo que llevaré siempre como bandera. Grupo unido que logró jugar de memoria y con el que compartí experiencias similares en viajes a Chequia o Cataluña. Pero aquella generación no tenía B.
Y es aquí cuando llega la superación de cualquier listón. La generación 97 no es solo un grupo capaz de ganar en Zubieta. Es también un segundo grupo capaz de seguir de la mano de los Sánchez, las mismas líneas. Líneas de competición, de unión, de disciplina. Líneas de educación desde sus familias. Líneas que han permitido que A y B sean lo mismo, es decir un grupo de casi cuarenta jugadores que salen juntos, que se animan en el campo, que organizan meriendas en cada cumpleaños y que nos hicieron vivir inolvidables momentos en Playa de Aro o en Malgrat. Momentos incluso más importantes que los propios logros deportivos.
A todos los jugadores que componeis esta Familia 97. A todos los entrenadores que habeis formado  este grupo. A todos los padres que habeis dotado de una educación sin precedentes a vuestros hijos y acudís a animar indistintamente tanto al A como al B reflejados en el grito LENGO de la madre del eternamente simpático Txoko  o en el líder de masas Peperra, ahora también miembro de la Directiva, solo podemos daros las GRACIAS.

Carlos Bengoa.

 

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